Eguzki denuncia el uso de logo de la Green capital como una muestra de explotación de la diversidad y ataque a su ecosistema

Eguzki ya denunció en su momento la fiesta de celebración de la Green capital como derroche económico y energético por celebrar el premio Green Capital al servicio de la hostelería de pedigrí de la ciudad.

Pero ante el uso como logotipo para fotografía del turista ocasional de nuestra plaza Virgen Blanca de la especie 'sphagnum magellanicum' , denuncia la actuación de los mandatarios locales de imagen incoherente, con alevosía y falta de sensibilidad mínima ambiental.

A la vista de esta información comunicada previamente entendemos que se ha actuado con premeditación, consciencia y falta de merecimiento de ninguna representación de esta ciudad en materia medioambiental, sino más bien, de reprimenda y reproche social.
Se nos ha informado que ya un experto botánico trasladó la advertecia sobre este musgo importado de Chile, que pudiera ser incluida en unos días entre las especies en vías de extinción en el Estado por generarse en un ecosistema extremadamente valioso y amenazado hoy en día.

Para Eguzki el premio de Green Capital supone una mejor gestión entre los nominados y una obligada autocrítica respecto a la participación y líneas de mejora que puede realizar el Ayuntamiento en materia medio ambiental.

Otra vez más, se prentede conjugar y casar la ecología real con la gestión desde la Administración hacia los intereses protocolarios y turisticos, la organzación elitista de representantes que lo celebran y promocionan para tener beneficios fiscales, con lo que dejar de contribuir en igualdad a los proyectos y necesidades sociales, así como el derroche de dinero, luz y musgo verde como si esto supusiese una causa del pueblo, abierta y participativa.

Eguzki, ante los fastos de promotores del motor, la energía nada sostenible, y el poder económico, propone la autocrítica, la participación y la evaluación para una mejora continua construyendo ciudad entre todos, dando valor a nuestros pueblos, a nuestro anillo verde, a nuestros árboles en riesgo de ser amputados, a nuestros parques y jardines, a nuestro agua derrochada en cada riego, a nuestro modo de consumo, ante tanto centro comercial y escaso respeto al comercio de barrio o comercio de lo local.

Respecto a los fastos y compromisos green, estamos asistiendo a mucho merchadising, mucho patrocinio con interesantes beneficios fiscales, (impagos de impuestos o excepciones a la norma9 mucho verde mercantilizado, privatizado al servicio de don dinero y de un turismo de postal, así como de la hostelería de postín, sin compartir con los ciudadanos y defensores de la conciencia ambiental. Frente a la falta de iniciativas, y dado que la ciudadanía no demanda festejar sino trabajar, se pone en bandeja de la iniciativa privada todos los medios y recursos.
Esta prioridad comercial no supone ninguna gestión participativa ni actividad cuyo protagonismo sean las personas sino un reclamo publicitario para ir ver y admirar como sucede con el logotipo insostenible que atenta contra nuestro buen nombre y verde de ciudad.