viernes, 6 de enero de 2012

EGUZKI ANTE LA CONSULTA AL CSN EXIGE EL FIN DE LA ENERGÍA NUCLEAR Y EL CIERRE INMEDIATO DE GAROÑA

En el día de ayer tuvimos conocimiento que el Gobierno de Madrid acordó solicitar al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) un informe sobre la prolongación de la vida de la central de Garoña.
El momento de critis y la pregunta tienen su importancia en la forma de imposición de un nuevo gobierno, aplicando una medida antisocial y antidemocrática. El momento de crisis y la pregunta tienen su importancia en la forma de imposición de un nuevo gobierno, aplicando una medida antisocial y antidemocrática. Pero en el fondo, carece de importancia, puesto que sería desviar nuestra mirada a criterios técnicos manipulables y a criterios económicos de quienes defienen en crecimiento y entrega de recursos a la gran banca y a las empresas energéticas. La clave del debate es la voluntad manifestada por el Partido Popular de proceder a la prórroga del plazo de concesión de actividad, en contra de la mayoría social.


Los intereses económicos del lobby nuclear estan frotandose las manos con la decisión política de servir este gobierno al interes de las grandes empresas energéticas en su apuesta por la energía nuclear.
Todos los resultados de las pruebas de resistencia de las nucleares del Estado ante accidentes severos, y especialmente en el caso de Garoña, dejan en evidencia que el riesgo es inasumible para una población concienciada y en riesgo de un accidente nuclear. Los inconvenientes de una tecnología tan peligrosa como la nuclear, el riesgo de sufrir un accidente no acaba ahí, puesto que incluso con la central parada, el combustible nuclear sigue activo, sigue habiendo reacciones nucleares que, además de radiactividad, generan mucho calor. Aún en situación de parada, es necesario seguir refrigerando el núcleo del reactor, el combustible nuclear, durante muchas horas, para evitar un accidente nuclear. Tanto Fukushima-1como Garoña tienen unos reactores con un pésimo sistema de contención.

El CSN ya consideró "aceptable" la previsión del titular de la central (Nuclenor) para extender la duración de las baterías a 24 horas y la conexión posterior de la batería de reserva para extender la autonomía hasta 32 horas, pero esta prueba demuestra la situación de riesgo de accidentes y consecuancias en situaciones similares a Fukushima, así como la falta de un sistema de baterías que sin otra energía puede también fallar.

Pero, además, no se han hecho ni las pruebas ante el impacto de un avión, como se requiere por la Unión europea, ni se han hecho pruebas de resistencia en cuestión de terremotos, como requiere el Organismo Internacional de la Energía Atónomica (OIEA).

En el informe enviado a la Comisión, el CSN se comprometía a "revisar en una inspección las hipótesis y estimaciones realizadas -por el titular- para justificar la duración extendida de las baterías, así como los procedimientos de actuación previstos". Afirmaba, además, que Garoña no había enviado el análisis de una situación de "LOOP" -pérdida de todas las fuentes de respaldo y de las baterías, como ocurrió en Fukushima- y pide a los titulares que "lo completen".

Eguzki denuncia que estas pruebas pretenden sostener la revisión técnica por expertos, cuando son personas y sujetos con intereses y que actúan como juez y parte, al defender este tipo de energía y la “infalibilidad” de las nucleares, algo rebatido con los hechos. Tan solo quedan en entredicho todos los estudios y pruebas de resistencia para avalar la seguridad en la historia y podemos citar accidentes en nucleares de Three Mile Island; Chernobyl; Fukushima-Daiichi, y esta semana Marcoule, todas con informes y parabienes de la industria nuclear y de los organos de control gubernamentales.

Para Eguzki, estos denominados “accidentes” son consecuencia de un modelo energético nada seguro, costoso, impredecible y cuyos efectos y residuos los asumimos todos y todas. Un modelo que demuestra que no somos capaces de garantizar su inocuidad durante los miles de años de radioactividad, por mucha profundidad de los océanos en los que se deposita.

Garoña es una planta nuclear que debería haber estado cerrada hace mucho tiempo por vieja, por peligrosa, por innecesaria, por estar amortizada, porque lo demanda la sociedad, y es la voluntad de nuestra sociedad, no adminitiendo imposiciones al respecto.

Esta situación pone sobre la mesa el debate sobre la energía nuclear, al carecer de credibilidad las afirmaciones de que las centrales nucleares cuentan con tecnología y sistemas de seguridad que las hacen infalibles y de la remota posibilidad de que ocurran accidentes de este tipo. Ni cuentan con seguridad ni las pruebas son serias y objetivas sino justificadoras de las centrales. Estamos seguros que si se valorasen los riesgos reales, ninguna central del Estado, y mucho menos Garoña, conocida como la central de las mil grietas, recibirían la garantía de su funcionamiento seguro.

Para Eguzki, no hay criterios económicos, ecológicos ni democráticos que avalen el funcionamiento la energía nuclear, por lo que exigimos el cierre inmediato de todas las plantas nucleares y en especial Garoña, respetando la voluntad popular de la sociead vasca.

En consecuencia, la sociedad en su conjunto, realiza una apuesta por otro modelo de economía sostenible, de energía segura y saludable frente a la política nuclear.

Por lo tanto, exigimos al Gobierno Español que atienda a la demanda netamente mayoritaria de la sociedad vasca, cierre Garoña de forma inmediata, y plantee un programa de cierre de las centrales nucleares para acabar con esta energía peligrosa en el Estado.

NUKLEARRIK EZ!! GAROÑA ITXI ORAIN !!!
EGUZKI Talde Ekologista
Gasteiz, 5 de enero del 2012ko urtarrilaren 5ean

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