La industria nuclear española, que se niega a soportar nuevas tasas, ha pedido cambios legislativos para agilizar la autorización de nuevas plantas y un fondo para garantizar su inversión en el largo camino de su construcción (de 10 a 15 años).
Estan que lo tiran.. a por todas, aprovechando que se aprueba la esclavitud laboral, quieren que se apruebe la sumisión de nuestra vida y salud a las empresas eléctricas aun a riesgo de morir en un accidente nuclear si no nos matan trabajando. Es la vuelta de tuerca para pasarse de rosca tanto apretar al sistema y a nuestra madre tierra, que tenemos que parar.
A continuación lo que esta entrevista da de sí (fuente EFE):
En una entrevista con Efe, la presidenta del Foro de la Industria Nuclear Española, María Teresa Domínguez, opina además que, transcurrido casi un año de Fukushima (11 de marzo), el sector "se ha afianzado" y la percepción de los españoles sobre esta energía "ha mejorado" tras el paréntesis provocado por esta tragedia, basándose en encuestas encargadas por la propia organizacion.
TASAS PARA ATAJAR EL DÉFICIT
En el terreno doméstico, la responsable de la patronal, creada en 1962 y que reúne a las principales empresas vinculadas a la energía nuclear, aclara que la energía nuclear no puede soportar más tasas porque ya está "un poco en el límite" y podría ponerse en riesgo su viabilidad económica.
Y ha descartado que en la nuclear deba estar el ajuste necesario para atajar el problema del déficit tarifario, generado al ser los ingresos vía recibo de la luz insuficientes para cubrir los costes.
"Ni mucho menos tienen rentabilidades excesivas", ha subrayado.
LA CONSTRUCCCIÓN DE NUEVAS PLANTAS
Reconoce, por otro lado, que afrontar hoy la edificación de centrales "no es prioritario", pero sí es "urgente" una planificación energética a largo plazo.
El Foro estima necesario sumar tres nuevos reactores a los ocho que están hoy operando en el país.
Así se lo la transmitido a la Comisión Nacional de la Energía (CNE), que ha realizado una consulta pública -por encargo de Industria- sobre las posibles medidas para acabar con el déficit de tarifa.
En cuanto a los posibles emplazamientos de futuras unidades, Domínguez recuerda que el programa nuclear español había concebido treinta y se hicieron estudios de ubicación, entre ellos uno "muy detallado" en Trillo (Guadalajara) para albergar un segundo reactor.
"Todos los emplazamientos son válidos", ha dicho la responsable, que ha pedido mirarse en el espejo de EEUU, un país que acaba de dar luz verde a dos nuevas centrales por primera después de 30 años.
Para ello, su Departamento de Energía ha aprovisionado fondos por valor de 8.000 a 10.000 millones para garantizar a las eléctricas la inversión en caso de toparse con "riesgos reguladores por el camino".
"No son primas, pero si el proyecto tiene un riesgo regulador en el camino y se para, la compañía tendría su inversión garantizada", ha defendido.
UN AÑO DESPUÉS DE FUKUSHIMA
La mencionada decisión de la Administración estadounidense es una de las razones esgrimidas por Domínguez para sostener que cerca del primer aniversario de Fukushima, la energía nuclear no se ha estancado sino "afianzado".
Actualmente hay 63 reactores en construcción en quince países y están planeados otros 156, sobre todo en naciones en vías de desarrollo porque en las occidentales "las necesidades de demanda son menores".
En su opinión, un año después de la tragedia, los reactores de Fukushima están controlados, "no va a haber problemas de radiación" y se baraja realojar a la población evacuada en la zona más próxima a la central (20 kilómetros a la redonda).
LA POLÉMICA CENTRAL DE GAROÑA
Por último, y en relación a Garoña (Burgos), juzga que, con independencia del análisis de los números "puros" y "fríos", deben prevalecer otros criterios para decidir su prórroga hasta 2019.
Esta semana, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, informó de que Garoña registró pérdidas en 2009 y 2010 (los datos de 2011 aún no están cerrados). La planta es propiedad de Nuclenor, participada en un 50 % por Endesa e Iberdrola.
Maria Teresa Dominguez
Tras señalar que "en contra de la creencia general" las plantas españolas no están amortizadas ni tienen beneficios extraordinarios, la presidenta del Foro ha defendido que se tenga en cuenta la capacidad tecnológica de su equipo humano, el impacto socioeconómico en la zona y la aportación energética que realiza al sistema.
"Garoña es un poco símbolo de la energía nuclear en España", ha admitido la presidenta del Foro.
De acuerdo con sus datos, al final de la vida de una central se ha invertido "alrededor del doble de la inversión inicial (sobre todo por cuestiones de seguridad). Esto hace que en realidad nunca esté amortizada".
En 2011, los ocho reactores que operan en España aportaron el 19,6 % de la electricidad, seguida del ciclo combinado (17,37 %) y la eólica (14,82 %).
domingo, 26 de febrero de 2012
La industria nuclear pide agilizar permisos nuevas plantas y rechaza tasas adicionales
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