Aprobadas dos mociones contra Garoña

El pleno de las Juntas ha aprobado una moción en la que se pide el cierre "lo antes posible" de la central así como garantías al Ministerio de Industria para que los residuos de la planta sean los primeros en trasladarse al cementerio nuclear de Villar de Cañas (Cuenca).
Las Juntas Generales de Álava han vuelto a pedir hoy el cierre de la central nuclear de Garoña, una exigencia que ha sido rechazada por el juntero popular Santiago Abascal,

quien ha defendido la continuidad de la central y ha asegurado que estas actitudes generan una "alarma social innecesaria".
El PP se ha vuelto a quedar solo en la defensa de la continuidad de la 'atómica' burgalesa. Asimismo, también ha saildo adelante una moción firmada por Bildu y el PNV en la que, además del cierre de la central "como fecha tope en 2013", se insta al diputado general de Álava, Javier de Andrés, a colocar un rótulo en la sede de la institución foral con la leyenda "Garoña cierre 2013". Esta moción pide también que la Diputación convoque una marcha hasta Garoña y organice jornadas divulgativas sobre los peligros derivados de centrales nucleares como la burgalesa, situada a unos 40 kilómetros de Vitoria.
"Alarma innecesaria"
El juntero del PP Santiago Abascal ha rechazado ambos textos porque producen una "alarma innecesaria" y ha ironizado que Garoña "lleva explotando 30 años". De hecho, ha calificado de "jaimitada" la propuesta del PNV, al que además ha acusado de haber "facilitado" la ampliación de la vida de Garoña al haber votado a favor de la nueva Ley de Economía Sostenible en el Congreso de los Diputados que permite prolongar la actividad de las centrales más allá de los 40 años previstos.
Desde el PNV, Ramiro González ha criticado que para el PP cuenta más su "granero de votos" en Castilla y León (comunidad favorable al mantenimiento de Garoña) que la seguridad de Álava y ha sentenciado que "no cierra la planta porque no quiere".
El representante de Bildu, por su parte, ha señalado que Garoña es la "central de las mil grietas" y una "bomba de relojería" que está "fuera de cualquier plazo" y debería de haberse cerrado ya. Mientras que la juntera socialista Cristina González ha manifestado que hay "voces autorizadas" en el PP vasco para convencer al Gobierno de Mariano Rajoy de que Garoña debe cerrarse. Por último, Ezker Batua ha presentado una enmienda de sustitución, que finalmente ha caído en las votaciones al haber sido aprobadas los dos textos propuestos.