El pasado 21 de abril se publicó en el BOE la Orden IET/822/2012 por la que se regula la asignación de cantidades de producción de biodiesel para el cómputo del cumplimiento de los objetivos obligatorios de los biocarburantes. En esta orden se regula el procedimiento de asignación de cantidades de producción de biodiesel apto para el cómputo del cumplimiento de los objetivos obligatorios de biocarburantes para un periodo de dos años, asignación que podrá ser prorrogada por otros dos años. Así, para la certificación de una cantidad de biocarburante se deberá acreditar previamente que el biodiesel ha sido producido en su totalidad en plantas con cantidad asignada y no podrán certificarse cantidades producidas en una misma planta por encima de la cantidad anual que le haya sido asignada. La cantidad anual máxima de producción asignada a cada planta es de 5 millones de toneladas al año y se determinará en función de los siguientes criterios: protección del medio ambiente, garantía de suministro, seguridad de abastecimiento del mercado petrolero, capacidad productiva anual de biodiésel debidamente auditada y viabilidad económica-financiera de la planta. La aprobación definitiva de esta orden, redactada desde junio de 2011, se adivinaba como una de las medidas que impulsaría el ejecutivo español como respuesta a la expropiación de Repsol YPF por parte del Gobierno argentino. Uno de los primeros en reaccionar a esta aprobación ha sido Alfonso Ausín, presidente de la sección de Biocarburantes de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), el cual ha declarado: “La puesta en marcha de esta normativa permitirá a la industria española volver a la actividad en unas condiciones de competencia justa y leal, que venía reclamando desde hace años”. Y es que hay que recordar que Argentina se ha convertido en los últimos años en el principal exportador de biodiésel a España, favorecido por unos impuestos a la producción y exportación que benefician la salida del producto elaborado frente a la materia prima, soja principalmente. Se estima que durante 2011 el 75% del biodiésel consumido en España procedió de Argentina e Indonesia y que el valor de las importaciones desde Argentina asciende a 750 millones de euros. De esta forma la tendencia de la importación del producto elaborado acabará tras la entrada en vigor de la orden, ya que como se ha comentado anteriormente, no admite que se certifiquen dentro de la obligación de biocarburantes los procedentes de plantas que no tienen cuota asignada. Por otro lado recordar que la capacidad de producción de biodiesel instalada en España es de 4,5 millones, aunque la producción en 2011 estuvo por debajo de las 650.000 toneladas, un 14% con respecto a esa capacidad.
domingo, 29 de abril de 2012
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