Ante la polémica generada entre el PP (Maroto) y el Gobierno de la CAV sobre la financiación con subvención del sistema de bicicletas públicas, Eguzki denuncia el espectáculo que estos políticos estan dando. Cuando ninguno de los dos gobiernos, municipal ni autónomico defiende políticas realmente ecologistas o comparte el compromiso por la movilidad sostenible, generan polémica de titulares al acusarse mutualmente de falta de aportar recursos públicos. Desde el punto de vista de Eguzki, la mayoría social y de los usuarios de bicicletas de Gasteiz, lo principal es que se revise el diagnóstico de la movilidad, se apueste por mejorar todos los modos no motorizados, se ofrezca transporte público como alternativa al vehículo privado en todo caso, y se crea en la estrategia de una movilidad sostenible desde todos los Departamentos, planes y ámbitos de actuación. Frente al discurso de acusación, de promesas incumplidas o de sistemas de alquiler, subvención y enfrentamientos por sacar la foto o el premio verde con el dinero público en todo caso, Eguzki defiende que sobran polémicas y faltan compromisos, modestia, y alianzas por mejorar el uso de la bicicleta. El mayor hándicap que se da para el uso de la bicicleta en nuestra ciudad, es el enorme riesgo de robo de una bicicleta estacionada en cualquier parte de la ciudad. Ante esta inseguridad, la solución no pasa por invertir 450.000 euros ni 1.350.000, sino todos los precisos en cada actuación autonómica y muncipal en pos del transporte sostenible. Los adalides del TAV y las autopistas no pueden robar la bandera del transporte sostenible, ni jugar con la necesidad de una ciudad por intereses partidistas en pre campaña. Eguzki, reclama mirar a las carencias de la movilidad, tanto de la comunicación de la ciudad con los pueblos y polígonos industriales, como de la tan cacareada intermodalidad carente de estudios y propuestas estratégicas. Además, exige que se valore el coste real y efectivo de las políticas, apostando por lo que cuesta como inversión de futuro con valores sociales al servicio de la mayoría social, reduciendo la movilidad inducida, desviando la motorizada hacia otros modos, ofreciendo el transporte público como alternativa real, y revisando las carencias de los /as usuarios/as de bicicleta, para garantizar seguridad en la circulación y en el uso y aparcamiento de este modo de transporte. En relación al sistema de bicicleta público, Eguzki considera que es un sistema alternativo, secundario, útil, que junto a la bicicleta propia debe garantizar la seguridad, el buen uso y su potenciación para como vehículo alternativo o complementario a los autobuses o coches privados. Por todo ello, y ante las declaraciones de Unda y Maroto, Eguzki censura su interés en polemizar, en jugar con el dinero público sin visión estratégica de ciudad, y sin compromiso real y efectivo de la movilidad sostenible ni del mayor uso, con garantías y seguro de la bicicleta.
lunes, 16 de julio de 2012
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