Desde la Asociación Profesional de Guardas Forestales de Álava queremos lanzar varias reflexiones acerca de las centrales eólicas que se pretenden construir en territorio alavés. Nuestro quehacer profesional está dirigido a la conservación del patrimonio natural, el fomento de su regeneración y su protección integral. Estos ejes de nuestra actividad hacen centrarnos en los diferentes impactos que dichas instalaciones tendrían, considerando la gran mayoría de ellos como severos y permanentes. Dos de los emplazamientos que aparecen en los tres planes presentados, figuran en el Catálogo de Paisajes Singulares y Sobresalientes del T.H.A. además de ser Zonas de Especial Conservación (ZEC), en concreto son:: - Proyecto eólico de Montes de Iturrieta, situado en el interior de la ZEC Entzia, ES 2111022 y muy próximo a la ZEPA de Sierras Meridionales ES2110018. - Proyecto eólico de Arkamo, situado en el interior de la ZEC Arkamo, Guibijo Arrastia ES 2110004 y que se solapa con la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Sierra Salvada en Arrastaria ES 0000244. - Así mismo, los tres forman parte de corredores ecológicos esenciales para la vida silvestre. Arkamo e Iturrieta, junto con la central eólica que se proyecta en Azaceta, están dentro de corredores que conectan los Pirineos con el macizo de los Picos de Europa. El de Labraza conecta la ZEC- ZEPA de Sierras Meridionales con la ZEC del río Ebro. El objetivo de estos corredores es permitir la movilidad de la biota y evitar que la fragmentación del territorio entre espacios de la Red Natura 2000 sea cada vez mayor. Las barreras que suponen las centrales eólicas de Elgea-Urkilla, Badaia más las proyectadas de Arlaban, Iturrieta, Azaceta, Arkamo y Salinas de Añana, crean una sinergia que es negativa para la fauna migrante y que tendrá consecuencias impredecibles en el paso de la paloma, por poner un ejemplo, y en general para toda la fauna migrante. La mera calificación de estas zonas como ZEC y ZEPA debería ser motivo de exclusión de las mismas de la nueva industrialización eólica, son zonas de especial protección y de alto valor ambiental. Para hacernos una idea del impacto severo e irreparable que puede tener la construcción de dichas centrales eólicas no debemos perder de vista que cada uno de los 34 molinos sería tres veces más alto que el edificio de mayor altura de Vitoria-Gasteiz (equivaldría a un rascacielos de 65 alturas) y cada aspa con sus 71m daría lugar a una zona de barrido de 1,5 hectáreas por molino. Es importante recordar que las zonas ZEC incluyen en sus regulaciones la prohibición expresa de la implantación de aerogeneradores o proyectos industriales que puedan dañar o ser limitantes para con los elementos objeto de conservación por los que fueron nombrados ZEC. En especial en zonas de crestón para la nidificación y campeo de las aves protegidas, murciélagos e insectos voladores. Concretamente, en lo que respecta al proyecto eólico de montes de Iturrieta hay que tener en cuenta que está proyectado en una zona geológicamente inestable, en un sinclinal. de calizas blandas, dolomías, que debido a la fuerte pendiente de la ladera Norte produce periódicamente desprendimientos de importantes porciones de terreno, como los que se produjeron en 2017 los días 22 de junio a las 21 horas y el 23 de junio por la mañana a la altura de Arrizala. Simplemente la inestabilidad de esta ladera debería aconsejar la no realización de este proyecto. Recargar el terreno con semejantes zapatas, como las que están proyectadas de 600 metros cúbicos de hormigón por molino, es una temeridad, una imprudencia. Según el estudio de impacto ambiental, se verían afectados de forma severa un total de 49 especies, elementos clave de la propia ZEC: 10 especies botánicas, 4 especies de anfibios, 21 especies de aves y 14 especies de murciélagos (varias de ellas catalogadas como en peligro de extinción). A 1,150 km del molino nº 1, se encuentra el muladar de Analamendi para aves necrófagas, cuya existencia consideramos totalmente incompatible con la puesta en funcionamiento de un proyecto de estas características, ya que supondría una trampa mortal para especies como el alimoche, que incluso cría a escasos 100m de donde está proyectado el molino número 14, el águila real, el búho real, el águila de Bonelli o el quebrantahuesos entre otras especies. Los accesos que se planifican para instalar los aerogeneradores se quedarían a 50 m del citado muladar. De materializarse esta central eólica, el impacto visual sería severo y permanente, produciéndose una devaluación paisajística de la Llanada y la Montaña Alavesas. La afección de una nueva línea de alta tensión entre una Subestación próxima al pueblo de Guereñu, tendría un serio impacto allí por donde pretenden que transcurra en sus 9 km de longitud. El impacto acústico, aparte del evidente perjuicio para la fauna, entendemos que sería considerable para los habitantes de Onraita, Roitegui, Ibisate, Arenaza, Alangua, Eguileor, Arrizala, Opakua, Guereñu, Alaiza, Ullibarri-Jaúregui… y todas aquellas personas que disfrutan de esta sierra. En relación al proyecto eólico de Arkamo sito en el interior de la ZEC (Zona de Especial Conservación) Arkamo, Guibijo, Arrastaria ES 2110004 que se solapa con la ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) de la Sierra Salvada en Arrastaria ES 0000 244, se considera que el impacto ambiental sobre estos hábitats de interés comunitario es severo, como se reconoce en el estudio de impacto ambiental presentado, y muy difícilmente recuperable. Amén de la afección propia sobre el monte también se produciría sobre las fincas agrícolas y sobre los propios pueblos, por donde transcurriría una nueva línea de alta tensión de 12 km desde los molinos hasta las inmediaciones de Puentelarrá. Respecto al impacto acústico destacar que sería considerable y continuado durante las 24 horas del día, alterando los horarios de descanso y sueño tanto de la fauna como de los habitantes de los pueblos de Morillas, Ormijana, Escota, Artaza, Barrón, Guinea, Karkamu, Aprikano y gran parte de los pueblos del Valle de Kuartango. El impacto paisajístico, con 19 aerogeneradores de 200m de altura cada uno, entendemos que sería demoledor a ambos lados de la Sierra de Arkamo. Consideramos que tales proyectos tendrían unas consecuencias irreversibles para la conservación de la biodiversidad, el paisaje y las diferentes poblaciones rurales cercanas. Hablamos de que se verían afectadas potencialmente 42 especies consideradas clave en la ZEC: 5 especies de invertebrados, 3 de anfibios, 28 de aves y 5 de murciélagos. La alteración de la calidad paisajística o impacto visual ha sido ya valorada en el Estudio de Impacto Ambiental como negativa, severa y permanente mientras las instalaciones estén en funcionamiento, valoración que suscribimos. También se pretende la construcción del proyecto eólico de Labraza. Cercano a la premiada villa medieval del mismo nombre, que está incluida en la Red de corredores regionales entre la Sierra de Codés y la Sierra de Cantabria; una es zona ZEC y la otra, ZEPA. La fragmentación del hábitat especialmente para las aves, sería evidente. Además, La Rioja Alavesa fue declarada el 3 de junio de 2014 como “Bien Cultural”, con la categoría de “Conjunto Monumental, el Paisaje Cultural del Vino y el viñedo de la Rioja Alavesa.”, calificación incompatible con una Central Eólica como la proyectada. Serían afectados parajes singulares como el Pinar de Dueñas, Poblado y Centro de Nuestra señora de Cerrán, de Pisana y de San Pedro. Y por si fuera poco ataque a nuestro medio ambiente, en breve se quiere presentar el nuevo proyecto eólico de Azazeta, sito dentro de los Montes de Vitoria. Y siguen saliendo nuevas noticias sobre la intención de instalar más medidores de viento en otros emplazamientos de nuestra provincia, Aramaio, Salinas de Añana... Sólo para las zapatas de los 50 molinos de 200m cada uno, son necesarios 30.400 m3 de hormigón (unos 3.350 camiones hormigoneras) y 3.560.000 kg de acero. Con una ocupación permanente de más de 130 hectáreas de terreno en Monte de Utilidad Pública (unos 150 campos de fútbol). Si bien estamos a favor de las energías renovables, pero que sean sostenibles. Entendemos que la planificación debe de comenzar por el mäximo respeto al medio natural. Necesitamos de un Plan Territorial Sectorial (PTS) eólico, todavía por definir, consensuado por el conjunto de la sociedad vasca que guíe cualquier proyecto posterior, teniendo como eje vertebrador la preservación de nuestro rico patrimonio natural, del cual nos sentimos orgullosos, y por el que así somos reconocidos mas allá de nuestros límites provinciales.
viernes, 30 de abril de 2021
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