Por desgracia, la pandemia que estamos viviendo ha ocasionado la pérdida de muchas personas y otras tantas que aún sufren sus secuelas. De la misma forma, las medidas sanitarias para evitar nuevos contagios, han ocasionado cambios en la forma de relacionarnos entre personas y con la propia naturaleza. Fruto de ello, se constata la puesta en valor por parte de la ciudadanía de los increíbles parajes naturales alaveses. Entre ellos cabe destacar aquellos espacios asociados al agua como vienen siendo los ríos con sus saltos, desfiladeros,… La aproximación de personas a los ríos es una de los ejes principales de cualquier programa de educación ambiental que pudiera diseñarse, pero ahora nos toca establecer unos requisitos mínimos de cómo debe llevarse a cabo esta aproximación. Estamos viendo problemas secundarios que ocasionamos cuando nos desplazamos masivamente a espacios naturales que no están preparados para asumir un uso tan intensivo (falta de aparcamientos, recogida de residuos,…). Desde la plataforma ciudadana Zadorra Bizirik, llevamos años trabajando con el objetivo de mejorar el estado global de los ríos alaveses, los cuales a día de hoy se encuentran bastante castigados (el % 60 presenta un estado global peor que bueno según DMA) principalmente por vertidos urbanos-industriales-agrarios y por la destrucción del espacio fluvial (vegetación de ribera, urbanismo irresponsable,…). Ante las situaciones que estamos percibiendo, quisiéramos realizar un llamamiento a la ciudadanía para que sigan disfrutando de estos espacios naturales pero apelando a la responsabilidad individual de no generar nuevos problemas que impidan la mejora de los mismos. En este sentido, nos gustaría trasladar la necesidad de respetar unas normas básicas de convivencia por el bien del futuro de nuestros espacios fluviales. Cuidemos y respetemos nuestros ríos.
jueves, 22 de abril de 2021
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