viernes, 31 de julio de 2020

Eguzki reclama una apuesta por el transporte público, aumentando las frecuencias de autobuses urbanos y un foro de participación sobre su futuro

Ante la noticia difundida esta semana sobre el transporte público, su estado y frecuencias para agosto, se anuncia por el Ayuntamiento que los urbanos de TUVISA recuperan el aforo, pero no las frecuencias en agosto ni en el futuro. La crisis sanitaria afecta al transporte público, y sumado a la forma de gestionar tanto la situación como el servicio público de transporte urbano, nos quieren conducir a la quiebra o subida considerable del billete. Sea como sea la medida que se adopte, el castigado será el usuario final del transporte público, y el mayor perjudicado, el transporte público en una ciudad que ha presumido de Green capital y de modelo en la movilidad y usos del transporte: ¿dónde quedaron aquellos planes de movilidad, brindis por el incremento del uso y comparativas sobre los cambios de tendencia en comparación con el vehículo privado? ¿Qué tienen que decir los técnicos municipales, la Agencia Urbana de Barcelona y el Señor Rueda? Eguzki propone el impulso del transporte público aumentando las frecuencias para respetar las medidas de seguridad y la obligatoriedad de las mascarillas, así como un estudio de situación tanto coyuntural como efectivo a futuro para adecuar la situación y afrontar el futuro de TUVISA. Según se ha comunicado desde el Ayuntamiento se ampliará servicios a partir de septiembre según el aumento de la demanda. A juicio de Eguzki, el impulso del transporte público seguro debe suponer un estudio de aquellas medidas de seguridad sanitaria en cada medio, y en especial garantizar las frecuencias, recortadas de forma notable desde marzo. Condicionar al uso es una medida economicista y que no puede dar resultado pues sigue cargando a una demanda la oferta, lo que no se va a producir según las previsiones. Resulta muy grave que, al haber tenido aforo reducido y ahora menos frecuencias, los usuarios hayan visto limitado el derecho a un transporte público seguro, accesible y eficaz. Eguzki considera que la bajada de usos es consecuencia de la reducción de actividad laboral, económica y social, así como de la suspensión de clases, pero se debe ofrecer transporte público seguro y accesible a las horas y frecuencias habituales para garantizar un servicio público a toda la población. Estas medidas de reducción de frecuencias y crisis en el transporte urbano tiene una afección social y medioambiental importante, por lo que a juicio de Eguzki, se debe asegurar la transparencia y la información pública, facilitando canales de participación y mecanismos para recoger las aportaciones y tener en cuenta la opinión de las personas y es positivo en relación al Plan de Movilidad que este ayuntamiento abra un proceso o foro de escucha activa, información y recogida de participación, para escuchar y tener en cuenta la opinión de la sociedad previamente a la toma de cualquier tipo de decisión.

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