domingo, 30 de julio de 2017

La Diputación ve factible el cierre por los diversos obstáculos a las eléctricas

unque en dos semanas
el Ministerio de Energía se pronunciará
sobre el futuro de Garoña, el
diputado general de Álava, Ramiro
González, reiteró ayer su optimismo
respecto al apagón definitivo de la
central burgalesa del Valle de Tobalina.
A“Yo creo, personalmente, que
no va a haber reapertura, pero más
que por la posición que mantenga el
Gobierno español, es por las dificultades
que se han ido acumulando, lo
que ha hecho que ya haya una de las
empresas propietarias de la central
que no quiera abordar el proceso
(Iberdrola) y que la otra (Endesa)
también tenga dudas respecto al plazo
y costes”, valoró ayer González en
la rueda de prensa.
Por estos motivos, a juicio del diputado
general, “el escenario de reapertura
es cada vez más lejano y con
mayores dificultades, con independencia
de lo que se acuerde en
Madrid”. Respecto a este último
encuentro, González también quiso
recordar que en la reunión mantenida
con el ministro de Energía,
Álvaro Nadal, el pasado junio, éste
no le había dado pistas respecto al
posible cierre de Santa María de
Garoña, ya que solamente le habría
trasladado “que iba a esperar a tener
el expediente con todos los datos
para tomar una decisión en agosto
respecto a la reapertura”.
El diputado general de Álava el primer
día de esta semana calificó de
“barbaridad” que la Junta de Castilla
y León reclamara la continuidad
de la nuclear hasta el año 2031, pese
a los numerosos “obstáculos y problemas”
que acarrearía. González se
refería así a las alegaciones que la
entidad foral ha presentado en el
marco de la consulta pública abierta
por el Ministerio de Energía antes
de tomar una decisión sobre el futuro
de la planta. Según indicó, la pasada
semana Álava envío las razones
“jurídicas, técnicas y políticas”, por
las que consideran que no debe
abrirse la central.
González también censuró “la falta
de transparencia” del proceso por
no respetar la normativa europea en
cuanto a garantías y precisó que el
apagón no afectaría “nada al mix
energético del Estado”, y sí, en cambio,
“a un millón y medio de personas
que viven en su radio de acción”.
Precisamente, esta misma línea es
la que comparte Navarra, que ayer
pidió el desmantelamiento “sin
demora” de Garoña, mediante la
aprobación, por parte de su ejecutivo
foral, de dicha petición argumentando
que en sus 40 años de actividad
“ha sufrido serios problemas
estructurales que han devenido en
diferentes accidentes” y recordaba
que su reactor es gemelo al de
Fukushima (Japón).
Dicha solicitud figura en el escrito
de alegaciones que ha tenido la luz
verde por parte del Gobierno de
Navarra para su presentación en la
fase de audiencia relacionada con la
tramitación de la renovación de la
autorización de la explotación de la
central, comunicada el pasado 12 de
julio en un escrito remitido por el
subdirector de Energía Nuclear en
el que anunciaba la apertura del plazo
para que los interesados presentasen
las alegaciones pertinentes.
ENDESA, A LA ESPERA Mientras tanto,
Endesa esperará a la decisión
que desde Madrid se adopte en
agosto, ya que las eléctricas propietarias
de Garoña no se ponen de
acuerdo. Un ejemplo claro es que
la sociedad Nuclenor, de la que
Endesa es socio junto a Iberdrola,
apostó por no hacer alegaciones en
ese plazo abierto por el Ministerio
de Energía. Y, sin embargo, Endesa
lo lamenta, tras haber “fallado” al
alcanzar una posición común con
Iberdrola, como así lo manifestó
ayer su consejero delegado, José
Bogas, en una conferencia con analistas
para presentar los resultados
del primer semestre. En este sentido,
Bogas, defiende que Endesa
siempre ha sido “coherente” respecto
al futuro de Garoña y considerar
que ésta debe de estar presente en
el mix energético español, hasta
2040, ya que es “esencial” y prescindir
de ellas supondría introducir
una gran “volatilidad”. _

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