miércoles, 21 de septiembre de 2011

Eguzki ,frente al llamamiento al mayor uso del transporte público, se marca como objetivo social reducir la movilidad para vivir mejor

El coche privado se ha convertido en el centro de nuestro sistema económico actual, como símbolo civilizatorio y cultural. Sin coche no eres nadie. Las compañias multinacionales más importantes del mundo fabrican coches o venden gasolinas para su funcionamiento. El sistema economico gira en torno al aumento de la movilidad de personas y sobre todo mercancia para el crecimiento económico. El vehículo privado es el gran protagonista de los desplazamientos ante la ausencia de un sistema de transporte público y colectivo alternativo.



Por ejemplo, en nuestra ciudad, la universidad hace que miles de estudiantes tengan que motorizarse todos los días, para que luego el espacio de los campus quede innutilizado parte de la semana. Si a esto sumamos centros comerciales, cines, parques industriales y demás, es posible comprender por qué en el entorno urbano, ante la ausencia de transporte público eficiente, los desplazamientos en automóvil se acerquen a casi el ochenta por ciento del total.La movilidad actual de las personas es un valor social y cultural, fomentando una cultura individualista de prestigio y categoría social, reduciendo este uso individual las relaciones sociales y los espacios de convivencia (aunque parece contradictorio) e incluso la reducción de la movilidad de las personas o grupos sociales desaventajados
El transporte urbano queda reflejado en un modelo que se mantiene en la Semana europea de la movilidad en nuestra ciudad, pues supone un modelo de crecimiento y apuesta por el aumento de los desplazamientos de persona. Una Semana Europea de la Movilidad sostenible no es, o mejor dicho, no debería ser una fiesta ampliada del Día sin Coches, ni una campaña de marketing autocomplaciente.
Las administraciones mantienen el modelo el resto del año, y esta semana flagelan conciencias sin un diagnóstico ni debate sobre el modelo de ciudad, de producción, de distribución, de urbanismo ni de política que se viene desarrollando y sin dar participación a la ciudadanía en la tarea de mejorar la calidad de vida.
El deseo y reto por ser capaces de aumentar el uso del transporte público, incluso bajo promesa de incentivos fiscales supone una política incompleta y poco centrada en el objetivo final. Se premia aumentar los desplazamientos y se cuantifica con logro o éxito el aumento de usuarios del transporte público sin valorar si se le esta obligando a usarlo en vez de reducir o aminorar los desplazamientos, con los servicios y el comercio, la industria, las infraestructuras y las dotaciones más accesibles.
Impactos en la salud de las personas tanto por el alto índice de siniestralidad como por la contaminación atmosférica y acústica que conlleva, son factores que ganamos si reducimos la movilidad, evitando desplazamientos innecesarios o inducidos. Todos estos problemas de movilidad podrían reducirse acercando los servicios a los ciudadanos: manteniendo los pequeños comercios en los barrios (hoy amenazados por las grandes superficies), etc.
El lema de esta semana es “Desplázate de forma eficiente: ¡mejora tu movilidad!, cuando el lema debería ser, hacemos la vida más fácil para que no te tengas que desplazar, ejemplo de la eficiencia en movilidad.


Para no caer en la autocomplacencia ni en el reto de aumentar números estadísticos que no mejoran la calidad de vida ni la eficiencia en la movilidad, es preciso promover un debate amplio y participativo para definir la red de comunicaciones con barrios, polígonos y pueblos de nuestra provincia, así como revisar el modelo de transporte que necesita nuestra ciudad. Eguzki de Gasteiz demanda una verdadera política de participación en el diseño de mejoras de la movilidad, así como una apuesta por cubrir las necesidades y la consideración del criterio movilidad en el diseño y planificación de la ciudad.


Por todo ello, desde Eguzki reclamamos medidas reales que mejoren la movilidad en la ciudad, pasando por la oferta de aparcamientos disuasorios, elementos de aproximación entre puntos para los tránsitos peatonales, la red vertebrada de carriles para el uso de las bicicletas, y la oferta de transporte público útil y eficaz de origen a destino en cuanto a puntualidad, calidad, seguridad y coste. Es preciso cubrir esta demanda real con una oferta de un transporte público eficaz para servir de alternativa real eficaz y disuada dell uso del vehículo privado.
En concreto Eguzki plantea una nueva política de movilidad basada en la gestión de la demanda, lo que implicaría realizar un esfuerzo por estabilizar, y posteriormente disminuir, el volumen de tráfico actual, así como reducir las necesidades de movilidad, que no su posibilidad.


En Vitoria Gasteiz, donde se ha mejorado mucho el transporte público con el Plan de movilidad, tenemos que disponer de un servicio que nos comunique con todos los barrios y polígonos según las necesidades y que sea una alternativa real y sustitutiva del uso del vehículo privado. Esta orientación contribuiría a avanzar en la reducción del consumo de energía, de la contaminación atmosférica y del ruido, menor ocupación de espacio, reducción del tiempo empleado en desplazarse, menor número de accidentes, y una mejora general de la habitabilidad y la calidad de vida.


Si caminamos en esta dirección, no harán falta días sin coche, ni semanas de la movilidad sino foros de diagnóstico y mejora para dar mejores servicios en una ciudad próxima y accesible para todos, con la vista puesta en un horizonte de calidad de vida.

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