viernes, 26 de junio de 2020

Eguzki ante el anuncio del mayor parque solar de Euskadi, aboga por un modelo energético alternativo.

Este miércoles 24 de junio de 2020 el Gobierno vasco presentó un proyecto para construir en Ribera Baja (Álava),la mayor planta solar fotovoltaica de Euskadi

No es nuevo, pues ya en 2019 el propio EVE/Gobierno Vasco ya presentó junto al Grupo Mondragón otra gran megahuerta solar con participación de empresas como Iberdrola o Petronor. La instalación estará junto a Ekian, el parque solar que se puso en marcha hace medio año en Arasur, y que ahora es el mayor de toda la CAV. Pero éste le superará con creces; mientas que Ekian produce 24 megavatios de electricidad, la nueva instalación que tendrá una extensión de 100 hectáreas y en la que se invertirán 70 millones de euros, generará 100 megavatios eléctricos, esto es 4 veces más que en Ekian y casi el doble de la capacidad solar total instalada actualmente en la comunidad autónoma (60 Mw).

Ibedrola ha acordado construir la mayor planta fotovoltaica de Euskadi con 67.000 paneles con el respaldo del Grupo Mondragón, la Diputación de Álava y EVE. En esta alianza público privada, Iberdrola cuenta con una participación del 75 %; el EVE, dependiente del Gobierno Vasco, con un 20 % y el compromiso de adhesión de la Diputación alavesa, y el grupo cooperativo Mondragón, a través de Krean, con un 5 %.

A juicio de Eguzki, Iberdrola es un ejemplo de empresa que usa la ecología como un arma de marketing y negocio, medio para vender el “desarrollo sostenible” mediante políticas liberales de consumismo de recursos con el único objetivo de impulsar el beneficio económico y aliándose con poderes y multinacionales que destruyen el planeta


Con una campaña electoral convocada, se hay producido un acto por parte del lehendakari, Iñigo Urkullu, por el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán; el presidente de la Corporación Mondragon, Iñigo Ucín; el diputado general de Álava, Ramiro González, y el director general del Ente Vasco de la Energía, Iñigo Ansola, incumpliendo una vez más la normativa electoral y generando el discurso verde para ganar adeptos y dar una imagen maniquea de las energías renovables y su compromiso con la sostenibilidad y la preservación del planeta.

Además de usar en dinero publico para impulsar y financiar multinacionales energéticas, el PNV juegan al verde en campaña para impulsar y apoyar Iberdrola y las puertas giratorias, en plena campaña, sustituyendo el reparto de promesas e ilusión por el reparto de negocio y votos.

Podemos estar de acuerdo, en la necesidad de aprovechar la capacidad de la energía solar pero no en la dirección de entregar el control y decisión a las empresas energéticas, sino al revés, en diversificar la información real, en socializar los modos y canales de producir y comercializar la energía de la forma más rentable tanto energética, como social, económica y medioambiental.
Por un lado, las administraciones siguen regando con dinero público o con leyes ad-hoc a las empresas del oligopolio eléctrico, lo que perjudica gravemente el desarrollo de un sistema eléctrico ciudadano y distribuido.
Los poderes públicos deben poner el sistema eléctrico en manos de la ciudadanía, invirtiendo masivamente en la instalación de energía solar para autoconsumo, cubriendo tejados de viviendas e industrias y no ocupando territorio agrícola o natural con megaproyetos en parques industriales con denominación de huerta.
Señores del PNV, no todo vale y no a cualquier precio, pues el engaño y servidumbre a Iberdrola para esta sociedad,también es finito. La clave no está en el beneficio económico del lobby del Gobierno con sus puertas giratorias y de las corporaciones donde luego acogen a muchos de sus amigos y /o ex compañeros de gobierno, en vez de la búsqueda de ganancias sociales y del interés general. Es preciso destacar el equivocado modelo de consumo y de producción en manos de grandes corporaciones en vez del auto productor y autoconsumo y la participación ciudadana en un nuevo modelo y en las formas de producción y generación democrática de la energía
Para Eguzki, hay que realizar una apuesta por otro modelo de economía sostenible y consumo responsable, apuesta por el aprovechamiento local y comunitario de los recursos cimentada en una apuesta colectiva y urgente por otro modelo energético basado en el ahorro energético, la eficiencia y la producción de energía por medio alternativos., y para ello apoya los proyectos locales de producción y comercialización energética que conviertan los consumos en fórmulas de ahorro y reducción de transportes, distancias o dependencias de otros territorios, del petróleo y de las energías realmente sustitutivas de las más contaminantes.

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