jueves, 23 de febrero de 2017

El Gobierno vasco asegura que «está obligado a conocer si hay gas en Álava»

La consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, ha indicado este miércoles que el Gobierno vasco tiene la «obligación» de conocer si Álava contiene gas en su subsuelo y, «si es posible, aprovecharlo». Tapia ha comparecido en el Parlamento para hablar del proyecto de exploración denominado Armentia-2 que está pendiente de la evaluación de impacto ambiental del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

La solicitud de la evaluación de impacto ambiental se hizo el mes de julio del año pasado y, pese a que la ley establece un plazo de tres meses, la consejera ha reconocido que el cumplimiento de estos plazos no suele ser «muy estricto». Y ha pedido que no se hable de la posible explotación de ese proyecto y una posible afectación al acuífero de Subijana porque igual no hay una declaración positiva de impacto ambiental .

La consejera ha recordado que solo se presentaron tres ofertas para la exploración de este proyecto, que en caso de llegar a la explotación se haría por medio de una técnica «convencional», no por fracturación hidráulica (fracking). Tapia ha dado a conocer que la licitación del proyecto salió con un presupuesto de 27 millones de euros, pero finalmente si se lleva a cabo supondrá una inversión de 18 millones.

La Sociedad de Hidrocarburos de Euskadi (Shesa) contará con un 44 % de la propiedad del proyecto, lo que supondrá una inversión de 8 millones y, en todo caso, según ha explicado Tapia, actuará como «operador único», con su carácter público.

Tapia, que ha insistido en la «obligación» que tiene el Gobierno vasco de conocer si existe una cantidad de gas que «merezca la pena ser explotada y en qué condiciones», ha detallado que Euskadi tiene un consumo medio de 2.400 millones de metros cúbicos de gas y «produce cero». Además, ha recordado que el gas es una fuente de energía de «transición» entre el anterior modelo basado fundamentalmente en los recursos fósiles y las renovables.

En esta línea, ha subrayado que si se equipara la necesidad gasística en el País Vasco con la producción de energía solar harían falta 270 millones de paneles solares, 270 kilómetros cuadrados, o 11.000 generadores eólicos de última generación, algo que «ahora no es posible».

«Gas para 60 años» e impacto ambiental

Tapia ha recordado que los últimos estudios basados en la ejecución durante tres años de la extracción del pozo Armentia-1 y en los estudios geológicos el gas que pudiera haber en el subsuelo de la zona conocida como Gran Enara, que incluye el proyecto Armentia 2, garantizaría el suministro de gas para Euskadi durante 60 años.

Además, ha añadido que de cara a la posibilidad de que la valoración de impacto ambiental sea positiva, el Gobierno vasco ha recogido en el proyecto de presupuestos generales de la comunidad autónoma para 2017, que este jueves entregará al Parlamento para su tramitación, una partida plurianual de 4 millones de euros para la sociedad Shesa.

De cualquier manera, ha concluido la consejera, habrá que esperar a la evaluación de impacto ambiental y a los estudios posteriores que se harían si ésta es favorable para saber si es «rentable» extraer el gas que pudiera haber en la zona que, según los estudios hechos hasta ahora, puede ser «importante».

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