La plataforma 'Fracking Ez Araba', contraria al método de extracción de gas no convencional conocido como 'fracking', ha acogido con satisfacción el informe presentado la semana pasada por el Ararteko. No obstante, considera que una moratoria en la ejecución de los proyectos "carece de sentido", ya que "lo sensato es anular directamente todos los permisos concedidos". Desde la plataforma Fracking Ez Araba queremos hacer una valoración mínima al hilo del reciente informe que ha sido elaborado por el equipo del Ararteko. El informe hace un análisis del ya famoso gas no convencional que pretende ser extraído a través de las técnicas conocidas como fracking, y se centra, sobre todo, en el proceso seguido por el Gobierno Vasco, a través de empresa hidrocarburos de euskadi (SHESA), para conseguir los permisos que permitan las primeras perforaciones. Nos parece importante destacar que este estudio ha venido dado por dos motivos principales; por una parte, la queja presentada en febrero de 2012 por Fracking Ez Araba. Y por otra, la propia iniciativa de los responsables de Medio Ambiente de la oficina del Ararteko, los cuales mostraban, ya para febrero de este año, preocupación por la manera en la que se estaban desarrollando los acontecimientos en torno al gas. El resultado del trabajo desarrollado a partir de esta doble inquietud es un informe serio, con buena base documental, y en gran medida preocupante, ya que desde la oficina del Ararteko se corroboran una buena parte de los temores que desde Fracking Ez Araba se han lanzado al público durante todo el año 2012. El informe hace hincapié en la existencia de riesgos ambientales, “la fracturación hidráulica es un sistema que implica importantes impactos y riesgos para el medio ambiente y, en su caso, para la salud de las personas“. Pero el informe no se conforma con la afirmación de la superior contaminación de los métodos no convencionales sobre los convencionales. También es crítico con la manera de evaluar dichos impactos ambientales, algo que desde Fracking Ez Araba tuvimos claro desde un principio: “Respecto al procedimiento seguido por el Gobierno Vasco para la evaluación ambiental estratégica de la estrategia energética de Euskadi 2020, en nuestra opinión, su tramitación adolece de una serie de defectos importantes.” Para el equipo del Ararteko, la evaluación debe de incluir la posibilidad de renunciar al gas obtenido mediante fracking”, y así lo expresa: “Esa evaluación deben incorporar los efectos para el medioambiente de la alternativa cero, o lo que es lo mismo la alternativa a renunciar o posponer su puesta en práctica“. No sólo le parece problemática la manera de evaluar el peligro ambiental, sino que la manera de actuar del Gobierno Vasco con respecto a la participación ciudadana ha sido inadecuada, ya que, según el Ararteko, el tema: “Requiere un debate social, transparente y abierto sobre la estrategia energética en Euskadi“, y desde la institución se debe “promover la creación de una mesa sobre el gas noe convencional, en la que deben tomar parte agentes sociales y asociaciones ciudadanas, en especial, las organizaciones constituidas ante las previsiones de de extracción del gas no convencional”. En el mismo informe, se hace referencia a las lagunas en la reglamentación, y se recuerda al ejecutivo vasco que: “Con base al ejercicio de las competencias medioambientales que dispone Euskadi, la legislación vasca puede resultar más exigente al respecto“. Todos estos y otros argumentos que aquí no citamos, llevan al Ararteko a pedir una moratoria de los proyectos. “A la vista de los distintos impactos medioambientales, riesgos para la salud pública y huella de carbono que puede generar la fracturación hidráulica respecto al sistema convencional de extracción de gas, el Ararteko considera necesario que, con carácter previo a su exploración y explotación, las administraciones públicas competentes aprueben una moratoria en la ejecución de esos proyectos. Esa moratoria debería estar vinculada a una valoración económica, social y ambiental de la decisión estratégica de obtener este recurso natural de los yacimientos no convencionales.” Evidentemente, estas conclusiones nos indican que las denuncias que ha venido haciendo Fracking Ez Araba a lo largo del último año eran oportunas y razonadas. Se ha pretendido fracturar sin contar con la población y sin evaluar correctamente los daños. En ese sentido, recibimos el informe con satisfacción. Y el establecimiento de una moratoria que, por cierto, tanto el PSOE como el PNV pidieron a nivel europeo, significaría no empezar a perforar de momento. Pero Fracking Ez Araba va más allá. A estas alturas, no se trata de analizar el impacto potencial que puede tener el fracking en un territorio dado; el fracking ya ha demostrado cual es su verdadera relación con el medio ambiente. A nivel local, destrucción del entorno, de la biodiversidad, contaminación de las aguas, derroche hídrico, contaminación atmosférica y un largo etc. Pero es que aunque pudieran, que no pueden, minimizar estos riesgos, a nivel global el fracking supone un retraso, que no nos podemos permitir, en la urgente necesidad de transformación de nuestro modelo energético altamente carbonizado, en otro modelo bajo en carbono y sostenible en el tiempo. Según el último informe del banco mundial, de seguir así, en este siglo nos iremos a un calentamiento global superior a 4º C, y esto supone unas consecuencias devastadoras. El cambio es, por lo tanto, vital. Y ese cambio no lo puede lograr ninguna tecnología que ahonde en el sobreconsumo de combustibles fósiles. Y el fracking lo es. Desde este punto de vista, dar una moratoria carece de sentido, cuando lo sensato es anular directamente todos los permisos concedidos. No nos queda otra.
lunes, 26 de noviembre de 2012
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