Hoy 26 de septiembre miles de personas hemos ocupado las calles de nuestra ciudad para decir que NO, que está falsa crisis que nos están vendiendo es una crisis de su sistema capitalista patriarcal. Una estafa y una excusa para recortar nuestros derechos. Queremos denunciar a la clase económica que de la mano de la clase política están haciendo desaparecer todos nuestros derechos vía recortes y decretazos. A muchos de los movimientos sociales aquí presentes ya nos suenan estos recortes y estas medidas que se dieron en su día con otras formas en muchos países de América latina. ¿Y a donde nos llevan estos recortes? a la exclusión social, a la pobreza, al incremento de la ya de por sí flagrante discriminación sexual, a una educación y sanidad para quien pueda pagarla, a unas políticas que obligan a la maternidad obligatoria, que empujan de nuevo a las mujeres a sus casas, a culpar a los de fuera, al racismo…. ¿Qué legitimidad tienen gobiernos e instituciones que priorizan los intereses de las multinacionales, la monarquia, el ejército, y la banca frente al mantenimiento y desarrollo de los derechos sociales para toda la población?. Mientras, los efectos de sus políticas en las personas son muchas: Los desahucios son 8 diarios en Euskal Herria, los despidos y Eres destruyen los derechos laborales y nos llevan a la precariedad laboral, las prestaciones sociales se están eliminando provocando la exclusión social, el aumento en los recibos de los servicios básicos de la ciudadanía, la nueva subida del IVA, la reforma del sistema de pensiones, el ajuste en el sistema sanitario y educativo y aumento de la edad de jubilación. Todo nuestro dinero para la inversión en la banca. Responsable de destrozar todo el sistema de bienestar, de evocarnos al endeudamiento global. El gobierno pide 100.000 millones de euros para limpiar el sistema bancario a través de impuesto que aportamos todas las personas y así cubrir los excesos de las finanzas. Se pone al servicio el dinero público para las grandes empresas que reinvierten negativamente en la sociedad y el medio ambiente, a través de grandes macroproyectos como son: el TAV, la macrocarcel de zaballa y el Fraking. Y la solución que nos proponen, es el rescate. Que nos llevara al desamparo bajo el peso de un endeudamiento casi vitalicio y sin medios para poder llevar a cabo una vida digna para las mujeres, la juventud, las personas mayores, personas jubiladas y pensionistas, personas con diversidad funcional, migrantes, personas trabajadoras y en situación de desempleo. Somos los grupos de población que con mayor crudeza estamos sufriendo los efectos de esta cada vez mayor, desigualdad social. Tenemos retos que conseguir como ciudadanía, porque nos lo quieren robar todo: 1. Plantear nuevas formas de organización del mundo donde se ponga la vida y a las personas en el centro, y no al mercado. Activemos alternativas locales que nos acerquen a impulsar nuevos modelos económicos, sociales y culturales. 2. Visibilizar el trabajo doméstico y de cuidados, su importancia y falta de reconocimiento. Repensar el trabajo con las claves de la economía feminista y el ecofeminismo. 3. Exigimos unos servicios sociales universales, públicos y gratuitos para todas las personas. 4. Tener la conciencia social de que sin movilización no podremos realizar acciones comunitarias que dignifiquen nuestras vidas. 5. Exigir una clase política competente y que este a la altura de la situación, con medidas innovadoras y al servicio de la ciudadanía 6. No queremos rescates que nos hipotequen socialmente a todos y todas nosotras, ni a las generaciones futuras. No queremos deudas externas y eternas para ningún pueblo. 7. Si el sector financiero ha provocado esta crisis que la pague él. No necesitamos bancos, exigimos nuevos modelos de intercambio sin especulación financiera. O bancas éticas. 8. Recortemos en monarquía, en macroproyectos, en gastos armamentísticos y a la iglesia. 9. Exigimos que el estado cumpla y defienda los derechos humanos. Es momento de despertar, de luchar por un mundo donde quepan muchos mundos y donde las personas y el medio natural, no seamos explotadas. Tenemos recursos para conseguirlo y lo haremos. Desde lo más pequeño a lo más grande. Continuemos exigiendo justicia social. Las luchas pequeñas contribuyen a grandes cambios. Cada día somos mas las personas que reclamamos dignidad de vida. Continuaremos avanzando desde la diversidad de pensamientos, de formas y manera de hacer, construiremos en conjunto un mundo para todas y todos, desde la equidad. La solidaridad en momentos de crisis no es caridad, sino justicia social.
martes, 25 de septiembre de 2012
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