Desde Garoñaren Kontrako Foroa, ante la decisión del CSN, que abre el paso a la renovación de la autorización de explotación de Garoña, queremos denunciar esta pantomima y la imposición del Gobierno para su reapertura, y alargar la vida útil de las centrales nucleares.
El respaldo del CSN a la incorporación de supuestas mejoras técnicas, como paso previo a su posible re-apertura y prolongación de su vida útil, muestra que este órgano es un elemento dependiente del gobierno sin legitimidad, y cuyos miembros deben ser denunciados y cesados por fraude y falta de imparcialidad.
Queremos remarcar que el CSN es un organismo controlado por el Partido Popular, que ha nombrado a 3 de los 5 miembros del Pleno. En nuestra opinión, no se trata de un organismo técnico, como nos quieren hacer creer, y carece de toda legitimidad, debido a su manifiesta parcialidad.
Ahora, como era de prever, la autorización final sobre el futuro de la central queda en manos del Ministerio de Energía, confirmando que es un movimiento puramente político y empresarial, por lo que más que nunca la coherencia y exigencia política debe defender la no reapertura con ahínco.
En marzo de 2013 y por decisión propia de la compañía propietaria, Nuclenor (participada al 50% por Endesa y al 50% por Iberdrola), la central echaba el cierre temporal ante la inviabilidad económica para acometer las reformas que el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) le exigía. Se debían haber acometido obras con un nuevo sistema de tratamiento de gases, la separación física de cables eléctricos, la protección contra caída del techo del edificio de turbina, y el aislamiento de la contención primaria.
El propio CSN admite los incumplimientos de Nuclenor, pero no los tiene en cuenta y deja en manos de los propietarios cumplir en un futuro los correspondientes compromisos para su resolución antes de la carga de combustible, a pesar de que la central no ha ejecutado las mejoras que el propio CSN le exigió en abril de 2015 como condición previa. El CSN se deslegitima totalmente, pues esto supone, de facto, una exención encubierta al cumplimiento de los requisitos previos y del nivel de seguridad requerido, tal como ha advertido la Asociación de Técnicos en Seguridad Nuclear.
Ya en 1982 el CSN y Nuclenor reconocieron la existencia de grietas en la vasija el reactor, un grave problema que se mantuvo oculto durante años. Este hecho quedó explicado cuando en agosto de 2014, el gobierno belga reconocía los mismos problemas en dos reactores hermanos al de Garoña: Tihange 2 y Doel 3, consecuencia de un error de fabricación.
Además del grave problema de sus grietas, durante su funcionamiento Nuclenor ha aplazado dos exigencias del CSN a la central de Garoña, como la renovación del cableado eléctrico y la mejora de la ventilación de emergencia en el edificio de contención.
Como se puede documentar, la realidad de Garoña es una larga historia de vida cuya seguridad ha estado y está en entredicho, sin que el CSN ni tan siquiera mantenga la apariencia con su criterio, amoldándose a los dictados del gobierno.
En 2011 finalizaron los 40 años de vida útil para los que fue diseñado el reactor, y el planteamiento de alargar la vida hasta los 60 años, supone un atropello y algo más grave una irresponsabilidad que entraña peligro para centenas de miles de personas de su entorno. Parece que, para algunos, los nombres de Chernobil o Fukushima no son suficientes para acabar de una vez por todas con la energía nuclear. El respaldo con supuestas mejoras técnicas, no despeja la incertidumbre en una central tan antigua, y cuyas averías podrían producir la paralización de la planta o incluso un grave accidente, con escape radiactivo incluido.
Garoñaren Kontrako Foroa reclama respeto al sentir mayoritario de la sociedad vasca y particularmente alavesa, contrarios a la reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña, negando cualquier legitimidad democrática a quien trata de imponer la reapertura de Garoña, y que se termine con esta grave amenaza para la salud y la vida que supone la central y sus residuos radiactivos.
Para terminar, este Foro anti Garoña que agrupa a diferentes colectivos sociales, sindicales, medioambientales, así como a partidos políticos y personas individuales reclama que se proceda al cierre definitivo y desmantelamiento de la central, apostando por un modelo energético renovable, descentralizado, de producción cercana a los puntos de consumo.
miércoles, 8 de febrero de 2017
“Garoñaren Kontrako Foroa” niega legitimidad del CSN y de quienes pretenden imponer la reapertura.
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