La semana pasada el Parlamento europeo estimó que "las pruebas de resistencia realizadas muestran que es necesario integrar mejoras específicas en la seguridad de las centrales nucleares", y pidió una implantación urgente de las estas medidas. Otro acuerdo supone que los propios responsables de seguridad de la energía nuclear en Europa deben asumir el liderazgo en la implantación de las recomendaciones realizadas por la CE, aunque subrayan que los costes de tales mejoras deben ser asumidos por las propias centrales nucleares, y no por los contribuyentes. En este sentido, la Cámara ha aprobado una enmienda que hace hincapié en que las pruebas de resistencia son incompletas y que no se han tenido en cuenta riesgos como sucesos secundarios, deterioro del material, errores humanos, fallos específicos dentro de las vasijas de los reactores y otras deficiencias. Por ello, aunque se supere la prueba de resistencia no está garantizada la seguridad de una central nuclear. El grupo ecologista Eguzki, ante esta aprobación, y dada la desinformación respecto a la planta de Garoña, con el intento de apoyar su pervivencia más allá de junio de 2013 mediante el pago de costes e incentivos fiscales por parte del erario público, es decir los y las contribuyentes, así como la presión para que la seguridad de la misma no se revise ni valore, debe denunciarse en primer lugar, la vulneración de la voluntad popular de cierre inmediato e irreversible de la planta. En segundo lugar, la ausencia de seguridad de la planta, que la Unión Europea no garantiza ni con las pruebas, y en este caso, sin que es hayan sometido a medidas adecuadas según las revisiones y exigencias europeas, deben llevar a una deslegitimación social, política e institucional para su funcionamiento. Ambas medidas, anulan cualquier discurso pro nuclear o intento de prolongar la vida de Garoña, tanto del lobby pro nuclear como el gobierno de Mariano Rajoy, así como supondría poner cada vez más en jaque la seguridad de más de un millón de personas de su entorno, así como contra las comprobaciones y meditadas palabras de una institución europea. En el último mes, tanto el Ministro Soria, mostrando tanto su cara pro nuclear, como otros políticos, lobbystas eléctricos y medios afines, vienen planteando contactos, dudas y gestiones para revertir el cierre de una central conocida como “la de las mil grietas", ocultando y tapando el gran debate de Garoña, la falta de condiciones de seguridad y el riesgo que supone para la población. Para Eguzki, el cierre de Garoña debe ser algo irreversible y, tan solo hace falta que, de una vez por todas y se apruebe el plan de desmantelamiento y otro de dinamización laboral en la zona, puesto que Garoña es una planta nuclear que debería haber estado cerrada hace mucho tiempo por vieja, por peligrosa, por innecesaria, por estar amortizada, porque lo demanda la sociedad. NUKLEARRIK EZ!! GAROÑA ITXI ORAIN !!! EGUZKI Talde Ekologista
miércoles, 20 de marzo de 2013
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