El colectivo ecologista y antinuclear Eguzki hace un llamamiento a no bajar la guardia en la lucha por el cierre y desmantelamiento de la central de Santa María de Garoña, ya que las razones esgrimidas por el presidente de Iberdrola ante la Junta de Accionistas para anunciar su intención de solicitar a Endesa, su socio al 50 % en Nuclenor (propietaria de Garoña), pueden ser revertidas con una simple decisión del Gobierno español que alivie la carga impositiva a la producción nuclear o establezca alguna medida que lo compense. Algo que vista la trayectoria de los distintos gobiernos y la estrecha relación con los consejos de administración de las grandes empresas eléctricas no resulta descabellado.
Ignacio Galan ligó el balance "en pérdidas" de la producción nuclear a la presión fiscal específica vigente, lanzando un aviso al Gobierno central a la espera de un próximo movimiento de este. Esto nos lleva a sospechar que hasta el mes de agosto asistiremos a "mucha cocina" en los pasillos del ministerio y de la Moncloa, y cabe la posibilidad de que las palabras del sr. Galán den un giro de 180 grados.
No olvidemos que ni el gobierno ni el señor Galán, como exponente del lobby nuclear, han dado muestras de recoger el sentir popular y rechazo por motivos de seguridad de la energía nuclear, apostando por instar, tramitar y avalara la reapertura sine die.
Al contrario, tras expirar el plazo de explotación que disponía, se le ofertó una vía extraordinaria que ha permitido años después continuar pidiendo nueva autorización, mediante un plazo especial para Garoña, y rebaja de condiciones a la carta con el servilismo del CSN (que no mantuvo las condiciones previas establecidas para la misma central).
Desde el año 2012 hemos vivido el fin de autorización, rumores y discursos falsos, anuncios de cierre, y cambios de criterio, unos verbales y otros de hechos que han expuesto una apariencia y una imposición de sus decisiones valorando su rentabilidad, frente a la seguridad y la vida de tantas personas.
Una vez más, se busca un escenario para teatralizar un fraude a la sociedad por el exponente del modelo caduco, cuando marca una estrategia para ganar tiempo y, pactar prebendas del gobierno. No tiene ninguna legitimidad el Sr. Galán puesto que cada vez que abre la boca sube el precio de la luz, cada anuncio verde supone mayor explotación de recursos, pueblos del planeta y mayor pobreza energética para miles de familias.
Si fuera realmente una decisión tomada por Iberdrola, el viernes hubiera informado de un hecho y no de una intención. El hecho de haber trasladado hace años a Endesa, en el seno de Nuclenor, su rechazo a realizar inversión alguna para la reapertura de Garoña y dirigir la actuación de la dirección de Nuclenor hacia el desmantelamiento de la central, cuestión que únicamente hubiera debido motivar un informe del CSN a fecha de hoy y no la farsa de informe para avalar su reapertura que hemos conocido y que nos hace sospechar por donde pasan los planes del Gobierno central y fundamenta nuestro recelo.
Por todo ello, Eguzki denuncia la hipocresía de Iberdrola y su modelo energético, demandando a la ciudadanía aumentar la palanca de la presión política y social como herramienta de seguridad hasta el cierre definitivo, desmantelamiento seguro y plan de revitalización de la zona.
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