31 años del accidente de Chernóbil nos recuerda los enormes riesgos de la energía nuclear. La única forma de evitar futuros accidentes como los de Chernóbil o Fukushima es proceder al cierre de centrales nucleares lo antes posible. Los próximos años serán fundamentales en el contexto de la península ibérica, ya que escalonadamente las distintas centrales nucleares irán pidiendo la renovación de sus permisos con el objetivo de alargar 20 años por encima de su vida de diseño. Una prolongación que no haría más que incrementar el riesgo a un accidente nuclear y generar miles de toneladas de residuos radiactivos que se deberán gestionar durante cientos de miles de años.
miércoles, 26 de abril de 2017
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