Las abundantes lluvias de marzo, el viento generoso de la borrasca y la demanda de electricidad hundida por la Semana Santa han formado una mezcla letal para el sector eléctrico. Como es tradicional en estos casos, Red Eléctrica de España (REE) ha mandado parar la producción eólica que el estado no podía absorber. Pero esta vez ha ido más allá y el viernes, de forma extraordinaria, mandó reducir casi un 20% la potencia de las nucleares. Hace unos 15 años, las nucleares solían bajar potencia los viernes y la recuperaban los domingos, pero en general la nuclear no modula su producción en función de la demanda. El viernes pasado a la una de la tarde la potencia nuclear en funcionamiento era de 7.080 megavatios. Todo el parque nuclear estaba en marcha a excepción de Garoña, parada desde diciembre. A esa hora comenzó a aplicarse la bajada de potencia ordenada por Red Eléctrica en previsión de la llegada de los días festivos. Las plantas comenzaron a bajar casi un 20%. Se salvó un reactor de Ascó que la semana que viene entra en recarga. A las diez de esa noche, Viernes Santo, ya solo había produciendo electricidad 5.960 megavatios atómicos. La bajada equivale a desconectar un reactor nuclear, y aunque en principio solo era aplicable hasta ayer se prolongó unas horas. Al ser el descenso de potencia menor del 20% no hay que notificarlo al Consejo de Seguridad Nuclear.
miércoles, 3 de abril de 2013
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