Guerra abierta entre las dos consejeras del PSOE en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), la vicepresidenta del organismo y exdiputada socialista Rosario Velasco y la exministra Cristina Narbona. En la reunión del pleno del organismo que se celebró el pasado día 14 de diciembre, la vicepresidenta del regulador atómico quiso dejar constancia en acta de “su opinión respecto a la operación a largo plazo” de las centrales nucleares, “haciendo referencia a las propuestas de los consejeros aportadas en el pleno anterior y que no se debatieron”.
Entre ellas, una que había realizado Narbona, la voz más crítica en el pleno del CSN, que tiene cinco miembros (tres del PP y dos del PSOE), para que una comisión independiente evalúe las consecuencias de alargar las nucleares. Propuesta que no gustó a su compañera de partido, según refleja el acta publicada este jueves. Comisión externa
Narbona había planteado en la anterior reunión del pleno que el organismo ponga en marcha una “comisión externa de asesoramiento técnico” formada por “expertos nacionales e internacionales para analizar las implicaciones que, en materia de seguridad nuclear y radiológica, comportaría el hipotético caso de que el Consejo informara favorablemente la autorización de explotación de un reactor nuclear hasta los 60 años de antigüedad, así como la eventual prolongación de la vida útil del resto del parque nuclear español”.
La exministra de Medio Ambiente con José Luis Rodríguez Zapatero realizó su propuesta con ocasión de la solicitud de Endesa e Iberdrola (dueños de la central de Garoña) para operar la planta hasta 2031 (cuando se cumplirán 60 años desde su apertura), cuyo dictamen ultima el CSN, y a propósito del debate sobre el alargamiento de la vida de las centrales.
En la reunión del 30 de noviembre, el pleno del CSN también aprobó por mayoría un borrador que, en la práctica, puede permitir a las eléctricas operar las plantas hasta los 60 años en lugar de los 40 actuales, y que además puede proporcionar a las compañías munición legal para exigir indemnizaciones al Estado si los reactores se clausuran antes de ese plazo por razones ajenas a la seguridad nuclear, como por ejemplo un acuerdo político en ese sentido. Todos los consejeros, Velasco incluida, votaron a favor, salvo Narbona, que se abstuvo.
Narbona había planteado en la anterior reunión del pleno que el organismo ponga en marcha una “comisión externa de asesoramiento técnico” formada por “expertos nacionales e internacionales para analizar las implicaciones que, en materia de seguridad nuclear y radiológica, comportaría el hipotético caso de que el Consejo informara favorablemente la autorización de explotación de un reactor nuclear hasta los 60 años de antigüedad, así como la eventual prolongación de la vida útil del resto del parque nuclear español”.
La exministra de Medio Ambiente con José Luis Rodríguez Zapatero realizó su propuesta con ocasión de la solicitud de Endesa e Iberdrola (dueños de la central de Garoña) para operar la planta hasta 2031 (cuando se cumplirán 60 años desde su apertura), cuyo dictamen ultima el CSN, y a propósito del debate sobre el alargamiento de la vida de las centrales.
En la reunión del 30 de noviembre, el pleno del CSN también aprobó por mayoría un borrador que, en la práctica, puede permitir a las eléctricas operar las plantas hasta los 60 años en lugar de los 40 actuales, y que además puede proporcionar a las compañías munición legal para exigir indemnizaciones al Estado si los reactores se clausuran antes de ese plazo por razones ajenas a la seguridad nuclear, como por ejemplo un acuerdo político en ese sentido. Todos los consejeros, Velasco incluida, votaron a favor, salvo Narbona, que se abstuvo.
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