Según El Mundo, la postura hasta ahora unánime de ambos grupos para reanudar la actividad de la central -que permanece parada desde diciembre de 2012- se ha roto en los últimos meses tras el giro dado en su discurso por Iberdrola. La compañía eléctrica que dirige Ignacio Galán ya descuenta que la instalación no se va a reabrir, tal y como el propio ejecutivo salmantino trasladó hace unos días a los sindicatos con motivo de la junta de accionistas celebrada en Bilbao. El argumento esgrimido por la dirección de la eléctrica es puramente económico. Mantener la central en stand by durante tres años y medio ha pasado una factura superior a los 200 millones de euros a sus propietarias, socias en este caso en la compañía Nuclenor. Y la sangría no para, con un coste mensual de cinco millones de euros entre personal, mantenimiento, seguridad... Este discurso es el que sale público y publicitado, o sea, medido, mediático y controlado por Iberdola, en una acción de desvió y debate sobre la seguridad.
sábado, 23 de abril de 2016
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