De la constructora al batzoki, pasando por la sociedad interpuesta para hacerlo más opaco

Trece mil euricos cobró (que se sepa) de Sacyr el PNV en un año y medio entre abril de 2008 y octubre de 2009, 13.224 euros en cheques a Landaburu Etxea S.L., de la que es titular el PNV de Álava.

Evidentemente la constructora Vallehermoso División Promoción S.A.U., perteneciente al grupo Sacyr-Vallehermoso, y es generosa con todos. No ha especulado y hace donaciones altruistas pues como buena constructora, tiene un fin social con los desfavorecidos. Nada que ver con el ladrillo y los negocios del poder o la adjudicación pública, no sea el lector malpensado y ponga en duda estos fines y la razón de estas donaciones al batzoki. Esta pequeña aportación es un dispendio nímio en comparación con toda la corrupción 8de otros por supuesto) que no se conoce, pero nos hace pensar algunas cosas.
La relación del ladrillo y el modelo económico es clara. Quienes venden progreso y urbanismo desaforado han tenido un interés político o personal en la burbuja inmobiliaria que llenaba bolsillos a costa de un modelo de ocupación de tierras, de prestamos hipotecarios y de propiedad privada de vivienda que ha explotado.
Según dice El Mundo, los movimientos bancarios que constatan estos ingresos en una cuenta de una sociedad mercantial utilizada por el PNV contravienen la Ley de Financiación de Partidos Políticos, que entre otros aspectos prohíbe a las formaciones recibir donaciones de empresas adjudicataria de contratos públicos, como es el caso de la constructora, y desde luego que esos ingresos se canalicen por medio de sociedades interpuestas.