El petrolero Prestige, escoró frente a las costas gallegas el 19 de noviembre de 2002, y, tras pedir auxilio, las autoridades quisieron expulsarlo de las costas, lo que llevó a un errático recorrido para alejarlo de la costa gallega, y que le aproximó, primero a la costa gala y después a la costa portuguesa. Finalmente, el casco del enorme petrolero, de 243 metros de eslora, se partió en dos vertiendo al mar su cargamento.
Según expertos de la Universidad Complutense de Madrid, que investigaban este tipo de accidentes para buscar la opción que menos impactase al entorno, la mejor solución habría sido introducirlo en una ría gallega antes de que se quebrase, de tal forma que el petroleo contaminase un área mucho más reducida. Sin embargo, la actuación que se llevó a cabo fue la contraria: alejarlo de la costa, lo que provocó que la marea arrastrase el vertido en un amplio abanico, cubriendo la costa gallega.
Impacto ambiental del vertido del Prestige
Además de contaminar al mar matando aves, cetáceos, moluscos y peces, está claro que el petróleo se ha introducido en la cadena alimenticia.
El vertido también ha supuesto grandes pérdidas económicas para el colectivo pesquero, ya que el petróleo ha contaminado la pesca y el marisco, medio de vida de muchos habitantes de la costa gallega y francesa.
Varios días después del vertido del crudo, se anunció por los medios de comunicación que el chapapote era cancerígeno, cuando ya había habido grupos de voluntarios limpiando a manos desnudas.
El juicio del Prestige
En el juicio están imputadas cuatro personas:
■Apostolos Mangouras, el capitán del barco: acusado de comprometer la seguridad del mismo y su tripulación y de obstrucción a las autoridades españolas de salvamento marítimo.
■Nikolaos Argyropulos, jefe de máquinas: acusado de los mismos cargos que el capitán del barco.
■Irineo Maloto, primer oficial se encuentra desaparecido.
■José Luis López Sors, capitán general de la Marina Mercante: acusado de imprudencia grave, por haber ordenado alejar el barco de la costa
Sin embargo, no hay cargos contra los propietarios del Prestige a pesar de que el barco, al parecer, ya se encontraba en mal estado antes de la navegación, debido a su antigüedad. El Prestige era propiedad de la compañía Mare Shipping Inc. de Liberia.
Las personas afectadas por el desastre suman más de 2.000, entre los componentes de la plataforma Nunca Mais y pescadores franceses.
sábado, 20 de octubre de 2012
Se inicia el juicio del Prestige, después de diez años de la catástrofe
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