El gobierno municipal de Gasteiz tiene intención de incrementar la tasa de basuras en más de un 80%. O sea, un tarifazo en toda regla (1). Argumenta que el Ayuntamiento está obligado por la Ley de Residuos, que a su vez se deriva de la normativa europea, y que establece que el servicio no puede ser deficitario, como hasta ahora, y en adelante ha de ser sufragado al 100% a través de las tasas. Añade que no es cosa solo de Gasteiz, sino de todos los municipios. Y lo que dice es verdad, pero solo la mitad de la verdad. La otra mitad está en lo que no dice, y ya se sabe que las verdades a medias… ¿Qué es lo que no dice? Lo que no dice es que la misma Ley que obliga a sufragar el servicio al 100% a través de las tasas obliga, asimismo, a recoger separadamente “un mínimo” del 55% de los residuos para 2025 (2). ¿Y qué porcentaje recoge Gasteiz en la actualidad? Pues no llega ni al 39%. Está claro que en Gasteiz hace muchos años que se deberían haber tomado medidas en una materia ambiental tan básica como esta, pero no ha sido así. Porque el “vertedero” de Gardelegi, ahí mismo, en los montes de Vitoria, siempre se ha visto como “una solución fácil que puede con todo” (aunque luego haya quien se avergüence de ser del barrio, pueblo o zona residencial con ese nombre). Porque esto de los residuos se ha visto como la mera retirada de lo inservible, no como una cuestión que requiere de una gestión proactiva con medidas para su reducción, recuperación, reciclado y correcto tratamiento. Porque esto de la Green Capital tiene mucho de postureo… O por lo que sea. Dejémoslo ahí: por lo que sea. Pero, claro, se preguntará algún lector o lectora, ahora la Ley obliga y, del mismo modo que el gobierno municipal se apresura a cumplirla en lo que al incremento de las tasas respecta, algún plan tendrá para alcanzar el 55% de recogida separada, si no puede ser ya en 2025, al menos en 2026. La respuesta es no. Tal y como denunciamos en julio (3), cuando el concejal de Limpieza Pascual Borja dijo que se planteaba limitar la apertura del contenedor gris, en el que se introducen los residuos mezclados, pero “nunca antes de octubre de 2026”. Es decir, en 2025 incumplirá la Ley, pero también en 2026 y, ojo, que el mero hecho de limitar la apertura del contenedor gris no garantiza en absoluto que se alcance un mínimo del 55%. En todo caso, nos ponemos en 2027-2028 como muy pronto, cuando, en realidad, ya sería el momento de empezar a pensar en medidas suplementarias, porque la propia Ley de Residuos dice que, para 2030, no será suficiente el 55%, sino el 60%. La Ley de Residuos “tiene por finalidad la prevención y la reducción de la generación de residuos y de los impactos adversos de su generación y gestión, la reducción del impacto global del uso de los recursos y la mejora de la eficiencia de dicho uso con el objeto de, en última instancia, proteger el medio ambiente y la salud humana y efectuar la transición a una economía circular y baja en carbono”. Esta es la finalidad, el objetivo, y, en consecuencia, la política tarifaria, como otros instrumentos contemplados en la Ley, están al servicio de la consecución de ese objetivo, que, en el caso de los residuos municipales, como hemos visto, está cuantificado, para 2025, en el antedicho 55% de recogida separada. Pero el gobierno municipal pretende servirse del instrumento olvidándose del objetivo para el que fue creado. Así las cosas, consideramos que aplicar el tarifazo amparándose en la Ley, cuando el gobierno municipal no solo se dispone a incumplir el objetivo fundamental de la misma para 2025, sino que ni siquiera se ha comprometido con una hoja de ruta para cumplirlo en un plazo razonable, es un fraude, a la propia Ley, a la ciudadanía y, por supuesto, al medio ambiente. No se puede disociar el tarifazo de un compromiso firme para cumplir el objetivo en un plazo razonable. Como hemos dicho en más de una ocasión, cumplir los mínimos de recogida selectiva estipulados por la Ley de Residuos viene a ser algo así como la prueba del algodón de las políticas ambientales. Estas no se limitan a los residuos sólidos urbanos, lógicamente, pero si en algo tan básico no se cumplen esos mínimos, cualquier discurso sobre el compromiso con el medio ambiente, el desarrollo sostenible y demás es puro postureo. EGUZKI, octubre de 2024 (1) Es verdad que las tasas actuales de Gasteiz son comparativamente bajas. Es verdad que, si el servicio no se financiara vía tasas, debería financiarse, como hasta ahora se ha hecho (¡incluso en más de un 40%!), detrayendo fondos de otros recursos públicos. Es verdad que el gobierno municipal ha anunciado bonificaciones que pueden mitigar el impacto de la subida a las personas más vulnerables y a las comprometidas con el reciclaje. Pero se mire como mire y se vista como se vista, un incremento superior al 80% es un tarifazo, más aún si, tal y como explicamos, se disocia de los objetivos sociales, ambientales y normativos de la Ley que, dicen, pretenden cumplir. (2) En la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, que incorpora las estipulaciones de la Directiva (UE) 2018/851, puede leerse lo siguiente: Artículo 26. Objetivos de preparación para la reutilización, reciclado y valorización. (…) c) Para 2025, se aumentará la preparación para la reutilización y el reciclado de residuos municipales hasta un mínimo del 55% en peso… d) Para 2030, se aumentará la preparación para la reutilización y el reciclado de residuos municipales hasta un mínimo del 60% en peso… e) Para 2035, se aumentará la preparación para la reutilización y el reciclado de residuos municipales hasta un mínimo del 65% en peso… En realidad, la preparación para la reutilización y el reciclado del que habla la Ley es más exigente que la mera recogida separada (además, la Ley dice también otras cosas, como que el peso de los residuos generados respecto a las cifras de 2010 deberá reducirse el 13% para 2025 y el 15% para 2030, o plantea avanzar hacia sistemas de pago por generación). No obstante, la diferencia entre el actual porcentaje de recogida selectiva de Gasteiz y ese objetivo del 55% es tan elocuente y contundente que creemos que en estos momentos no merece la pena entrar en más matices. O se cambia el rumbo complaciente y se asume una gestión municipal que cumpla la norma, o el equipo de gobierno y quien apoye este tarifazo estaría haciendo fraude a la norma y a la ciudadanía. Por otra parte, obsérvese que ese 55% no es ni mucho menos una meta, sino el primer peldaño de una escalera ascendente. (3) El Ayuntamiento de Gasteiz se dispone a incumplir la Ley de Residuos durante varios años | Eguzki Talde Ekologista
viernes, 4 de octubre de 2024
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