El Gobierno español confirma que va a poner todas las trabas que pueda al autoconsumo energético

Los consumidores llevamos dos años esperando que el Gobierno se pronuncie sobre la normativa de autoconsumo energético, el famoso ‘impuesto al sol’, que hace poco o nada rentable apostar por una instalación de autoconsumo casera.
El pasado viernes 5 de junio, el Ministerio de Industria sacó a consulta durante 15 días una versión revisada del borrador del Real decreto sobre autoconsumo que planteaba esta posibilidad, y que es una pésima noticia para los autoconsumidores de energía, pues únicamente confirma los peores presagios, pues el Gobierno español confirma que su intención es implantar ese temido impuesto al sol.
Por otra parte, debido al alto número de alegaciones que se esperan, la aprobación de la norma ésta presumiblemente se demorará un tiempo y no podrá ser publicada en el BOE hasta pasados unos meses.
Éstas son principales diferencias y similitudes que encontramos con respecto del texto anterior, que ya era un despropósito:
El peaje de respaldo se desdobla ahora en dos términos (fijo + variable). En el caso de no tener baterías en casa se bonifica a los usuarios que así tengan configurada su instalación, ya que en ese caso no estarían obligados a pagar el peaje de la parte fija. Por lo tanto, se penalizará así a los consumicores que tengan las baterías en su instalación domésticas. De esta manera, se establece una respuesta normativa al boom mediático de la famosa batería Tesla.
El peaje de respaldo se elimina en el caso de territorios extra-peninsulares hasta 2019.
Aunque el autoconsumidor tenga previsto inyectar su excedente de energía producida, estará obligado a comunicarlo a la comercializadora.
El autoconsumidor pierde el derecho a la tarifa PVPC y al Bono Social.
En cuanto a lo que se mantiene, tampoco es en absoluto favorable para el autoconsumidor.
Se confirma que la energía vertida a la red en caso de excedente es gratuita.
No existe la posibilidad de Balance Neto; es decir, de utilizar la energía sobrante en períodos dónde no haya sol, algo que no ocurre en ningún país de nuestro entorno.
El periodo de amortización de una instalación para cubrir la demanda energética de una vivienda sigue inflado artificialmente por encima de los 20 años.