El CSN pide a la empresa Nuclenor una batería de adecuaciones para que la licencia sea tramitada y exige una completa revisión de la vasija de su reactor, lo que demuestra a juicio de Eguzki que Garoña tiene uno de los elementos intocables de una central obsoleto y con graves deficiencias que no son ni reparables ni obviados en una valoración objetiva.
La empresa dice que "estudiará" el dictamen aunque se muestra dispuesta a completar la documentación para poder conseguir la autorización. Dicho estudio no puede suponer sino el cierre pues su voluntad de arriesgar la vida de más de un millón de personas no debe estar en manos del lobby nuclear y Nuclenor.
El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) es ese órgano de jubilados políticos colocados por las cúpulas para la obediencia y control con sueldo que garantiza al gobierno sus “dictámenes y resoluciones” al son del pacto gobierno – lobby pro nuclear. Al no ser independiente, ni técnico ni garante de la seguridad, el CSN resuelve según le mandan aceptando con sus medidas correctoras la posibilidad para la aprobación de la licencia por parte del Gobierno.
El CSN pide en una Instrucción Técnica Adicional desde una "verificación del estado funcional y la integridad de la estructura de la vasija" hasta la mejora de la capacidad "frente a accidentes severos" de acuerdo con las lecciones "derivadas del accidente de Fukushima" (Japón). Esta obligación, marcada tras las revisiones que en Europa se hicieron como consecuencia de Fukushima, puede suponer una revisión en manos de Nuclenor, pero una incapacidad y engaño a la población, pues la vasija no puede repararse y por lo tanto, su integridad no tiene ni capacidad de seguro ni
La lista detallada también incluye una revisión de los defectos que se detectaron en la central belga de Döel que llevó a su cierre, debido a que el reactor español fue construido por la misma empresa que llevó a cabo el proyecto en Bélgica. Con este criterio se cierran centrales y desmantelan posteriormente, pero en España se juega con la seguridad dirigiendo los informes del Órgano encargado del control, al colocar a políticos en horas bajas para su retiro y buen vivir.
Nunca se ha concedido un permiso para más de una década y se está haciendo para la central más vieja y con un listado larguísimo de deficiencias
El dictamen ha contado con el voto en contra de la consejera socialista Cristina Narbona y da hasta el 30 de septiembre para que la empresa presente un plan de plazos con el que ir cumpliendo los requisitos técnicos.
Una central nuclear creada hace 40 años, diseñada para funcionar hasta 2011, y con graves problemas de seguridad no tiene capacidad para su reparación, como es el caso de la vasija de un reactor nuclear. Sin capacidad de mantener dichos Estándares de seguridad el teatro y juego con una central nuclear y su seguridad no puede mantenerse ni trasladar a la opinión pública que el riesgo nuclear de Garoña es un invento.
jueves, 31 de julio de 2014
l Consejo de Seguridad Nuclear abre la puerta a 17 años más de Garoña
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