El Gobierno de España no tiene ningún interés político en reabrir Garoña y se ciñe estrictamente a criterios técnicos a la hora de decidir sobre la energía nuclear, que en el Estado básicamente pasa por dilucidar si la central burgalesa sigue adelante con su actividad o no. Así lo aseguró ayer el propio presidente del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, ante la pregunta del diputado del PNV Aitor Esteban.Rajoy afirmó que no habrá una decisión sobre Garoña hasta que Nuclenor, la empresa propietaria de la planta, presente o no una petición para volver a operar, y hasta que disponga de los informes del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). "A partir de ahí tomaremos una decisión y todos podremos opinar con más conocimiento de causa", subrayó el presidente del Gobierno central, que ha puesto en bandeja la reapertura de la central cuando sus gestores ya habían renunciado a ella ante la subida de impuestos que le quería imponer el ministro de Industria, José Manuel Soria.En ese sentido, Esteban había acusado al Gobierno de haber aprobado el pasado 21 de febrero una normativa a la medida de Garoña para poder reanudar su actividad, parada desde diciembre de 2012, y advirtió de "los riesgos" que entraña la nuclear, la más pequeña y antigua de España. "Suprimir esta central no supone nada en términos de costos y desde luego lo que no se puede hacer es tener energía barata si es a costa de riesgos serios, utilizando centrales obsoletas", señaló el diputado jeltzale con respecto a una central gemela de la que colapsó hace justo tres años en Fukushima como consecuencia del tsunami que asoló las costas de Japón.Para que la nuclear burgalesa pueda reanudar su actividad tiene que presentar una solicitud antes del próximo 5 de julio ante Industria, en cuyo caso el CSN tiene que redactar una serie de informes y, si son favorables, establecer las condiciones necesarias para volver a funcionar.Un mix "equilibrado" Rajoy insistió, "la decisión sobre el futuro de Garoña debe ser técnica, no política", y los informes técnicos "son los que deben primar" a la hora de permitir o no la reapertura. El presidente negó, por otro lado, que todo el mundo esté en contra de la reapertura de la nuclear. "Hay gente que no comparte la decisión de la reapertura en el caso de que se haga, pero hay otros muchos que sí, instituciones, empresas o ayuntamientos", afirmó Rajoy, que defendió la política energética de su gobierno, basada en "un mix diversificado, equilibrado y sostenible desde el punto de vista medioambiental y económico, en el que se cuenta con todas las fuentes energéticas y las capacidades disponibles".
jueves, 13 de marzo de 2014
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